…rechazar todo proceso de diálogo o negociación que implique convivencia o coexistencia, de impunidad o perdón de los crímenes y delitos cometidos por la tiranía…
ANCO.
Como ya se hizo costumbre, nuevamente el colaboracionismo vuelve a tenderle un salvavidas a la tiranía, pidiéndoles volver a la mesa de negociaciones auspiciada por Noruega. El régimen se hace el duro pero aceptara, porque se trata de formalizar una propuesta que ya acordaron con antelación y que la AN llamo Acuerdo Político Integral, con la que armo un arroz con mango con el mantra del cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.
Ahora van, según la propuesta aprobada, a nombrar un gobierno de transición negociado e integrado entre las partes; y me pregunto, presidido por quién?,…“que incluya la necesaria renovación de los Poderes Públicos, lo que implica el nombramiento de los titulares del Poder Ciudadano, Poder Electoral y Poder Judicial. A través de los procedimientos constitucionales vigentes que otorgan esta facultad a la Asamblea Nacional para su correcta designación” (art. 4 del acuerdo). Transición designada por la AN ya incorporados los diputados oficialistas ilegítimos según el art. 191 constitucional, haciendo ilegal a éste proceso que liquida los poderes legítimos, incluida la propia AN, el TSJ legítimo y la Fiscalía General. De manera que a partir de ese momento es ilógico que la Comunidad Internacional apoye, por inexistentes, ningún poder legítimo constituido, pero tampoco a la cohabitación, lo que debe obligarla a reaccionar firmemente para atacar y erradicar este agresivo cáncer socialista del siglo XXI, que ya hace metástasis en el cuerpo de las democracias de la región. A menos que en el caso venezolano, su pueblo en ejercicio protagónico de su poder soberano y originario constitucional, decida la solución que el país reclama en una Consulta Popular Plebiscitaria, con el apoyo disuasivo de la Comunidad Internacional contemplado en el art. 8 del TIAR, o del R2P de la ONU, o la activación del 187#11 (si los diputados en su gran mayoría no colaboracionistas acaten el art. 201 CRBV que los obliga a actuar solo sujetos a su conciencia).
Estamos en presencia de la más abyecta y despreciable entrega de la republica a sus criminales secuestradores, por parte de esta oposición al proponerse cohabitar impunemente con ellos. Percibimos en estos conocidos protagonistas tozudos defensores de esta opción, a excepción del heroico pueblo venezolano, la manifestación más genuina del Síndrome de Estocolmo (Trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada).
Esto ha causado entre venezolanos y comunidad internacional malestar y enojo justificado. La nueva contramarcha dada por la oposición del G4FA y su disidencia extrema colaboradora de la Mesa Democrática, de retomar las negociaciones promovidas por el reino de Noruega. País que promovió el proceso de paz de la Habana entre el Gobierno de Santos y los jefes de la FARC, que OJO,.. culminó con empresas Noruegas beneficiadas con concesiones petroleras colombianas asignadas por Santos, el cuestionado premio Nobel de la Paz para Santos que asigna esa monarquía, la impunidad de crímenes y narco terrorismo del grupo guerrillero con la incorporación de su principales jefes al parlamento colombiano, los que siguiendo la estrategia del foro de Sao Paulo de asalto al poder en los países de nuestra región, optaron unos por quedarse en el parlamento para aplicar una de sus estrategias de actuar dentro de las reglas democráticas, para apoyar políticamente a sus candidatos a las próximas elecciones del 27 de octubre para elegir diputados, gobernadores, alcaldes y concejales; y otros que convinieron no incorporarse, encabezado por los jefes guerrilleros Iván Márquez y Jesús Santrich, para seguir su negocio narcotraficante de la FARC, establecidos en Venezuela, donde actúan y reciben total apoyo y proteccion del régimen a sus planes y operaciones delictivas desestabilizadoras de la región y de Colombia en especial.
De manera que ese nuevo proceso de negociaciones que aspiro no se dé como está planteado, debe partir por definir, quienes negocian, que negocian y a nombre de quien negocian, pues está en juego la vigencia de la independencia, la soberanía, la libertad y la democracia del país. Este proceso por lo que en él se pretende acordar, debe ser consultado al pueblo soberano para aprobar o rechazar su realización, su agenda y resultados. Y si existe la honesta disposición entre las partes de hacerlo por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo, así deben proceder, y no entre sectores manifiestamente carentes de representatividad, ni validados por la Soberanía Popular.
Esta posición personal no compromete en modo alguno la de ANCO, al contrario la respaldo solidariamente en mi condición de directivo de esa organización de la Sociedad Civil. He sostenido, al igual que ANCO, rechazar todo proceso de diálogo o negociación que implique convivencia o coexistencia, de impunidad o perdón de los crímenes y delitos cometidos por la tiranía; y más, cuando existe la opción constitucional cierta de hacer una Gran Consulta Popular Plebiscitaria promovida por ANCO, para que sea el pueblo soberano quien decida y dé solución a una crisis que es de todos, nos afecta a todos y debemos resolver todos.
Acordarse con ilegítimos, según la misma AN, reiteraría violaciones al ordenamiento constitucional y legal del país denunciadas, causantes de la impune y criminal actuación de la tiranía. El dialogo debe con antelación, y más en este caso por los antecedentes del régimen,.. establecer condiciones claras y objetivas de previo cumplimiento y conocimiento de la población que resarzan el daño moral, institucional y patrimonial causado a la nación por quienes han venido diezmándola. Obviarlo, sería un acto políticamente carente de ética, y configura grave traición a los venezolanos y a los principios y valores que nos rigen constitucionalmente. Rechazar el dialogo entre iguales, dando estatus político inmerecido a quienes de estos procesos y otros electorales fraudulentos se burlan y son motivo para ganar tiempo y afianzarse en el poder. Rechazar el dialogo cómplice que pretenda justificar ante el país y la Comunidad Internacional un “acuerdo” entre la tiranía y jefes politicos, con apoyo inclusive de testaferros y amos del status político, económico y del país harto señalados, que tratan febrilmente de privilegiar sus posiciones políticas, prebendas y control de la república, por sobre el supremo interés nacional,soslayando la aplicación de la justicia a que hubiera lugar, sobre los responsables directos, indirectos, “testaferros” o cómplices del desastre nacional. …Sería un pacto entre “elites” que buscan disfrutar de las prebendas que les da el poder, lejos de la realidad de la gente…Acuerdo que una vez ejecutado no soluciona el fondo de la profunda y estructural crisis, sino que creo que la posterga y agrava en extremo severamente.
Que sea la soberanía popular quien decida la solución que más convenga a Venezuela!..